Cada vez se invierte más dinero en la adquisición de dispositivos que ayuden a controlar la velocidad en carretera y que, de esta manera, mantengan las vías más seguras. La DGT tiene establecida una red de radares de todo tipo a lo largo y ancho de las carreteras españolas, con lo que cada vez cuesta más que una imprudencia por exceso de velocidad pase por alto. Radares fijos, móviles, en el aire o coches camuflados son los vigilantes con los que tenemos que contar a la hora de conducir. Seguir leyendo
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